
Esta propuesta plástica surgió como una ventana de escape a temáticas aburridas, desde el sentido de que en la realidad los discursos que se predican y enseñan no se aplican. Así que la grafía se convirtió en rutina, para desencadenar en una sistematización bidimensional de lo que somos como seres, de nuestras luchas y de todo lo que nos deben cuando presumimos lo democrático como un nosotros. No hay mucho que decir, solo con mirar.... al sentir que algo te detiene, observar, y de ahí para allá, solo es navegar hacía un reflejo.
23 de octubre
7:00 p.m.
Casa Platohedro
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